Es posible que tengas un perro o un gato en casa, en vez de un elefante, aunque al final cuando cualquiera de ellos quiere abrazos, sabrás que harán todo lo posible para conseguirlos. Bien, ahora imagínate un animal del tamaño de un elefante bebé insistiendo para conseguir tus abrazos. Pues esto es lo que le pasó a la cuidadora de esta adorable y pequeña criatura.
Creo que no existe nadie en la faz de la tierra que pueda decirle que no a esta preciosidad. Ella tan sólo tiene dos semanas de edad, pero al parecer a aprendido rápidamente cómo se deben de pedir a brazos a los seres humanos. ¡Parece imposible negarse!
«Eres mi humano favorito»

¡Esto es lo que parece ser una pequeña niña feliz de orejas grandes! Viendo cómo disfruta, creo que su cuidadora debería intuir que pronto vendrá a por muchos abrazos más.