Creo que muchos estarán de acuerdo con la afirmación de que los payasos, a menudo, pueden resultar además de divertidos, bastante aterradores. Los payasos años atrás eran amados por todos, ellos hacían reír a niños y mayores, pero su lado más terrorífico creo que asusta igual a mayores que a niños. Gran parte de la culpa de este cambio de visión sobre los payasos la podemos encontrar en novelas y películas de terror.
Si el cine y las novelas de terror han cultivado a un gran número de payasos aterradores, el fotógrafo francés Eolo Perfido, con la ayuda de la maquilladora Valeria Orlando, ha hecho florecer el terror sobre los rostros y expresiones de varios payasos, en una serie llamada «Clownville». Serie en la que encontraremos muchos de los payasos de nuestras peores y más aterradoras pesadillas.
Eolo Perfido se inspiró en estrellas del cine de 1900, como Charlie Chaplin y Buster Keaton, para crear la serie «Clownville».
Ecolo intentaba que sus payasos transmitieran sensaciones como lo hacían los protagonistas del cine mudo.
Ciertamente, a estos payasos no les hace falta decir nada para lograr transmitirnos aquello que están experimentando.
Para el autor de esta serie fotográfica, los payasos representan la necesidad universal de entretener y ser entretenido.
También como un disfraz para ocultar nuestras propias inseguridades detrás de una máscara de humor y la felicida.
Los sujetos que Eolo Perfido eligió para Clownville son variados, desde miembros de su propia familia, pasando por algunos amigos y actores profesionales.
Cada sujeto tenía cierto tiempo para estar delante de la cámara hasta conseguir sacar a la luz una versión demoníaca de si mismos.
Los resultados hablan por sí mismos.
Justo cuando empezaba a pensar que estaba superando mi fobia hacia los payasos me encontré con esto. En fin, deberé superar mis miedos otro día…