A la artista Yayoi Kasuma se le ocurrió la magnífica idea de poner a disposición del público en general, pero sobretodo a los niños, una gran habitación amueblada donde todo era completamente blanco y en definitiva algo soso y aburrido.
A continuación se invitó a la gente a acceder a la sala, dándoles a todos una cierta cantidad de stickers (pegatinas) de colores, con las que podían adornar cualquier parte de la habitación, muebles incluidos.
Desde el primer instante en que empieza a llegar el público, la escena de esta habitación empieza a cambiar, ganar color y moldear, gracias a los miles y miles de visitantes. Este «experimento» se realizó en la Galería de Arte Moderno de Queensland, Australia.
Descubre La sala de obliteración
Esta habitación todavía no sabe lo que le espera…

Dando las primeras indicaciones a los niños

Y empieza el juego

Esto empieza a coger color


Muuucho color

¡Guau!

En este vídeo puedes ver a cámara rápida todo el proceso de creación de los visitantes y sus pegatinas. Como podemos ver no se libró el suelo, ni tampoco el techo.

Así que, si tienes una habitación blanca, niños y pegatinas, ya sabes el arte está en su manos y ahora también puede estar en tu habitación ;)