El mundo evoluciona muy rápido, la investigación y los grandes avances científicos y tecnológicos nos han permitido aprender muchas cosas, desarrollar nuevos productos, mejorar la comodidad en diversos aspectos de nuestras vidas humanas y eliminar de nuestras rutinas ciertas prácticas dañinas tanto para nosotros como para el medio ambiente en el que vivimos.
Antiguamente muchas personas creían que ciertas prácticas eran beneficiosas para su salud, aunque hoy vemos que se equivocaban en algunas de ellas. Tampoco hace falta menospreciar el pasado, seguro que en un futuro verán con recelo ciertas cosas que hoy damos por buenas o por positivas. Lo importante es seguir avanzando, sólo así podemos ir a mejor como sociedad y como especie inteligente.
Algunas de las prácticas que verás a continuación, siglos atrás se creía que mejoraban nuestra salud o nuestro bienestar corporal, mientras que en realidad muchas de ellas producían altos índices de enfermedades, infecciones y envenenamientos.
Drenar la sangre de una persona enferma usando sanguijuelas era considerado un tratamiento útil para muchas enfermedades.

En la Edad Media, un barbero no dudaría en sacarte un diente con sus artilugios arcaicos si tenías algún dolor. Se puede decir que los barberos también podían actuar como dentistas.

Antes de existir las toallas sanitarias, las mujeres utilizaban otras cosas, como por ejemplo musgo.

Antiguamente los excrementos de águila fueron considerados analgésicos.

Se solía pensar que la orina era buena para lavarse la cara, debido a sus cualidades antisépticas.

El azufre era utilizado para deshacerse de las pecas indeseables. Se frotaba sobre la peca.

Para tratar y prevenir infecciones, se usaban atizadores al rojo vivo para cauterizar heridas.

Muchos de los primeros tanques de agua fueron construidos usando materiales venenosos como el plomo.

Antiguamente sólo los ricos podían tener sus propias bañeras, y la gente tenía que ir a un baño público para lavarse. Eso, si es que se lavaban.

Para luchar contra la calvicie se usaba una mezcla de excrementos de pollo y potasio.

Para enmascarar las inperfecciones de la piel, las mujeres en la época isabelina usaban un polvo tóxico a base de plomo.

Los médicos del siglo 15 llenaban de humo de vela la boca de aquellos que tenían dolores de muelas. Así creían que los gusanos de los dientes saldrían por su propio pie.

Cuando alguien lavaba su ropa (cosa poco común), se utilizaba como detergente una mezcla venenosa de lejía y orina.

En el siglo 16, ciertas personas religiosas consideraban que usar cubiertos para comer era una afrenta a Dios.

Mayo era el mes en el que la mayoría de la gente tomaba su baño anual.

Antiguamente los techos no eran como ahora. Evitar que las aves y otros animales ensuciaran los dormitorios era prácticamente imposible.

Mientras que los hombres a veces usaban calzoncillos de lino, era poco común que las mujeres usaran prendas parecidas para ellas.

Incluso el más rico en la Edad Media tendría, como mucho, cuatro conjuntos diferentes (uno para cada estación del año).

Antes del papel higiénico, se usaban hojas para limpiarse después de usar el baño.

Allá donde iba un rey, se solía llevar un inodoro portátil real.

Fuente: hubpages
Ciertamente me alegro que en la actualidad nos se practiquen algunas de estas cosas. Mi higiene está bien tal como está, gracias.
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