El Monte Vesubio entró en erupción en el año 79 EC, cerca de la actual ciudad de Nápoles, en Italia. La erupción volcánica envió una nube de gas, polvo y cenizas a unos 20 kilómetros en el cielo y millones de toneladas de roca fundida sobre la tierra circundante.
A día de hoy, la erupción es considerada como una de las más catastróficas, y dicho evento aún más famoso por ser el causante de la destrucción de las ciudades de Pompeya y Herculano. La ciudad de Pompeya, era una antigua ciudad portuaria y fue enterrada bajo rocas y cenizas. Murieron miles de personas, y muchas más fueron desplazadas.
Los arqueólogos excavaron el sitio siglos después, descubriendo una ciudad enterrada bajo unos 25 metros de ceniza, polvo y rocas.
Además de artefactos y edificios, los arqueólogos encontraron huecos en el suelo que les produjo verdaderos escalofríos.
Los huecos en la ceniza contenían restos humanos y eran los cuerpos humanos enterrados en ceniza hirviente, polvo y piedras.
Para preservar los cuerpos, se vertió yeso en los huecos y se retiró cuando se endureció. En total, trece cuerpos fueron recuperados de esta manera, sus últimos movimientos quedaron «congelados en el tiempo» mientras trataban de huir de la erupción.
Las posiciones de sus cuerpos son retorcidas y asustadas, los brazos doblados para proteger sus caras en un vano intento de auto-preservación.
Cuando nos fijamos en las cifras, se puede ver en el momento en que perecieron.
Estas personas habrían muerto al instante a causa del calor de las cenizas y por la sofocación intensa desatada por el volcán. Sus últimas horas habrían sido terroríficas.
Los moldes de yeso, trece en total, se encontraron en lo que fue una vez un huerto, donde se siguen mostrando a día de hoy.
El lugar es conocido como el «Jardín de los fugitivos», y se presta un elemento exclusivo de los humanos con el lugar histórico, que nos recuerda a los hombres, mujeres y niños vivieron y murieron aquí.
Estas no son las únicas cosas que las cenizas del volcán que sepultó Pompeya. Con los años, los arqueólogos han encontrado todo tipo de cosas conservadas casi a la perfección, incluyendo ropa, artículos para el hogar, junto a comida y bebida, que han ayudado a entender la vida y la cultura romana. Hoy en día, Pompeya es Patrimonio de la UNESCO, y una importante atracción turística. La mayor parte de la ciudad ya ha sido excavada.
La práctica de la cumplimentar las formas de las figuras humanas se sigue realizando hoy en día, sólo que en lugar de yeso, los investigadores utilizan una resina más duradera. Los residentes todavía cuentan sus historias casi dos mil años después de la erupción que casi arrasó Pompeya.