Quien más quien menos en algún momento de su vida ha pensado en dejarlo todo y disfrutar del mundo con un ritmo de vida más tranquilo y pausado que nos permita tener el tiempo suficiente o la tranquilidad necesaria para poder disfrutar de los pequeños detalles de la vida, conocer lugares nuevos y viajar sin preocupaciones.
Hoy te presentamos a una pareja que tras verse en dificultades para pagar las facturas, tras ver que apenas disponían de tiempo a causa del frenético ritmo de vida actual, al ver que sus pasiones quedaban olvidadas por falta de tiempo, tomaron una decisión. Decidieron renunciar a todo, construir una casa con ruedas y disponer de todo el tiempo del mundo para hacer aquello que les apasionaba, escribir, viajar y hacer fotografías. Al mismo tiempo que documentaban su viaje a través de un diario de viaje en internet.
Sin ninguna experiencia en construcción, esta pareja se puso manos a la obra y empezaron a construir su casa desde cero. Tras muchos errores y problemas, habían conseguido su casa portátil. En ese momento empezó su viaje de 6 meses y más de 10.000 kilómetros a través de Norte América.
Se vieron abrumados por los pagos de facturas y el frenético ritmo de vida actual. Su tiempo pasaba y perdían el tiempo para vivir. Momento en el que decidieron construir una pequeña casa en la que vivir y poder viajar por Norte América.
Sin ninguna experiencia en construcción, tras prueba y error consiguieron terminar su pequeña casa con ruedas. Poco a poco fueron arreglando el interior.
La verdad es que tiene una pinta espectacular teniendo en cuenta que no tenían ninguna experiencia.
Así de hermosa se veía su casa por fuera.
Tras muchos errores en la construcción de su nueva casa, todo estaba listo, sólo quedaba hacerse una foto y salir a la carretera.
Tras enganchar el remolque de la casa con el coche. Su viaje empezó.
Con el tiempo fueron arreglando los interiores de su casa, hasta conseguir una vivienda muy acogedora.
Durante su viaje conocieron a varias personas que como ellos habían decidido cambiar su ritmo de vida y disfrutar del mundo con tranquilidad.
¿Quién no quisiera una tranquila siesta en esta cálida habitación?
Durante seis meses recorrieron Norte América, llegando a sumar un total de 10.000 kilómetros.
La experiencia fue magnífica. Esta pareja disfrutó de la vida al ritmo que ellos querían.
Un lugar precioso donde pasar el día.
Con un amigo muy especial.
Seis meses y 10.000 kilómetros después, su pequeña morada les ha permitido vivir aventuras salvajes y momentos inolvidables.
Fuente: tinyhousegiantjourney/instagram
A menudo las personas nos obsesionamos con las posesiones, sin embargo, el ser humano necesita muy poco para vivir. Esta pareja está muy feliz por la decisión que tomaron, fue una gran experiencia para ellos. ¿Quién no quisiera tener todo el tiempo del mundo para dedicarlo a aquello que nos apasiona? ¡Envidia sana!
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