Creo poder afirmar que la mayoría de la gente intentaría evitar a los tiburones. Estos implacables depredadores, amantes de la sangre, se cobran muchas víctimas cada año (aunque no tanto cómo las selfies), así que creo que es un instinto natural mantenerse alejado de estas espectaculares criaturas marinas, ya que al fin y al cabo además de muertes, son también responsables de centenares o miles de lesiones incapacitantes de bañistas y deportistas acuáticos.
Aunque este no es el caso de Max Muggeridge. Él es un pescador australiano, de 19 años de edad, que con el tiempo ha desarrollado una curiosa y peligrosa técnica para capturar ejemplares de varias clases de tiburones gigantes desde la orilla de la playa. ¿Parece mentira, verdad? Pues podrás comprobarlo por ti mismo, a continuación.
A este chico de 19 años le encanta la pesca de tiburones, y lo hace en la costa de Nueva Gales del Sur, en Australia.
Algunos de los tiburones que atrapa pueden pesar hasta 800 libras, unos 362 kilos.
Max está bastante familiarizado con el agua, ya que trabaja como socorrista en Queensland.
Algunas de sus capturas le han llevado más de tres horas de forcejeo.
Max ha captado más de 200 tiburones, y no tiene pensado parar de hacerlo próximamente.
Él, junto a su novia, se encarga de etiquetar y estudiar a los ejemplares capturados, para obtener información sobre ellos.
Pero la mejor parte de todo esto es que después de etiquetarlos los libera de nuevo.
Incluso ha capturado un tiburón martillo, lo cual es sin duda incomprensible, ya que esta especie rara vez se aventura cerca de la orilla.
Max Muggeridge no hace ni tan sólo dos décadas que está en este planeta y ya ha sido capaz de capturar a cientos de tiburones. Esto me hace replantear que estoy haciendo con mi vida. Pensaré en ello, aunque seguro que no me iré a pescar tiburones gigantes con mis propias manos.
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