Cuatro años atrás, un grupo de cinco amigos se propuso ir al lago «Rock Lake», cerca de la ciudad Lake Mills, en Wisconsin, Estados Unidos. Allí querían probar y comprobar con sus propias manos como era el trabajo de los recolectores de hielo, a finales del siglo 20. Estos cinco amigos eran y son: Quinn Williams, Patrick Shields, Drew McHenry, Alec Seamars y Kevin Lehner.
El primer año, este grupo de amigos cortaba bloques de hielo sin un objetivo concreto. A partir del segundo año, empezaron a crear lo que hoy se conoce como «Icehenge: La memoria perdida», una escultura basada en Stonehenge, pero substituyendo los bloques de piedra, por bloques de hielo de hasta 140 kg.
Tras las no favorables condiciones meteorológicas del año pasado, este año a vuelto el «Icehenge» y estas son sus impresionantes fotografías:
Un grupo de cinco amigos son los responsables de esta genial estructura de hielo.

Todo empezó cuatro años atrás, cuando estos amigos querían ver como era el trabajo de los recolectores de hielo de finales del siglo 20.

Así nació «Icehenge: La memoria perdida».

Cada uno de estos bloques de hielo pesa alrededor de 140 kg.

Este año, completaron la escultura en tan sólo dos fines de semana.

Fuente: hngnews
La verdad es que se debía estar bien fuerte para realizar este duro trabajo a tan bajas temperaturas. Un aplauso a estos amigos, hicieron una obra genial. Ya esperamos con ansias el Icehenge de 2016.